³ Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Enmendad vuestros caminos y vuestras obras^(A), y os haré morar en este lugar. ⁴ No confiéis en palabras engañosas^(B), diciendo: «Este es^[a] el templo del Señor, el templo del Señor, el templo del Señor». ⁵ Porque si en verdad enmendáis vuestros caminos y vuestras obras^(C), si en verdad hacéis justicia entre el hombre y su prójimo^(D), ⁶ y no oprimís al extranjero, al huérfano y a la viuda^(E), ni derramáis sangre inocente en este lugar^(F), ni andáis en pos de otros dioses para vuestra propia ruina^(G), ⁷ entonces os haré morar en este lugar^(H), en la tierra que di a vuestros padres para siempre^(I).

¹⁶ Y sucederá que si ellos de verdad aprenden los caminos de mi pueblo^(A), jurando en mi nombre: «Vive el Señor^(B)», así como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal^(C), serán restablecidos en medio de mi pueblo^(D).

²¹ Pero si el impío se aparta de todos los pecados que ha cometido, guarda todos mis estatutos y practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá, no morirá^(A).