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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
2 Crónicas 21-22

Jorán, rey de Judá

(2 R 8:16-24)

21 Josafat murió y fue sepultado con sus antepasados en la Ciudad de David. Entonces su hijo Jorán reinó en su lugar.

Estos eran los hermanos de Jorán, hijos de Josafat: Azarías, Jehiel, Zacarías, Azarías, Micael y Sefatías. Todos ellos eran hijos de Josafat, rey de Israel. Él les había dado muchos objetos de plata, oro y otros objetos de valor. También les había dado ciudades fortificadas en Judá, pero el reino se lo dejó a Jorán porque él era su hijo mayor.

Cuando Jorán asumió el reino de su papá y se consolidó en el poder, mató a espada a todos sus hermanos y también a algunos jefes de Israel. Jorán tenía 32 años cuando comenzó su reinado y gobernó ocho años en Jerusalén. Pero Jorán se comportó como los reyes de Israel e hizo lo que no le agradaba al SEÑOR. Jorán se comportó como la familia de Acab porque su esposa era hija de Acab. Pero el SEÑOR no destruyó la dinastía de David por el pacto que había hecho con David de que reinaría siempre alguien de la familia de David.

En la época de Jorán, el país de Edom se rebeló contra Judá y nombró su propio rey. Entonces Jorán, con sus comandantes y todos sus carros, invadió a Edom. El ejército edomita los rodeó, pero él logró abrirse paso durante la noche. 10 Así Edom se rebeló contra Judá y hasta el día de hoy mantiene su independencia. Por la misma época, Libná también se rebeló contra Judá debido a que Jorán abandonó al SEÑOR Dios de sus antepasados. 11 Jorán también reconstruyó los santuarios sobre las colinas en la región montañosa de Judá. Él causó que los habitantes de Jerusalén dejaran de obedecer la voluntad de Dios e hizo que Judá se alejara de Dios.

12 Jorán recibió una carta del profeta Elías que decía de esta manera:

«Así dice el SEÑOR Dios de tu antepasado David: “Tú no has seguido el buen ejemplo de David ni el de tu papá Josafat ni el de Asá, rey de Judá, 13 sino el mal ejemplo de los reyes de Israel, y eres el causante de que Judá y los habitantes de Jerusalén sean infieles, como lo fue la familia de Acab. Además mataste a tus propios hermanos, que eran mejores que tú. 14 Debido a eso, el SEÑOR va a hacer que caiga una gran calamidad sobre tu pueblo, sobre tus hijos, tus mujeres y sobre todo lo que te pertenece. 15 A ti va a mandarte una grave enfermedad del estómago que día tras día empeorará hasta que se te salgan los intestinos”».

16 Entonces el SEÑOR incitó contra Jorán a los filisteos y a los árabes que viven cerca de los etíopes. 17 Ellos atacaron a Judá, la invadieron y saquearon el palacio. Se llevaron las posesiones del rey, a sus hijos y a sus mujeres. No le dejaron hijo alguno, excepto Joacaz, el menor. 18 Después de todo esto, el SEÑOR afligió a Jorán con una enfermedad incurable del estómago. 19 Todos los días empeoraba. Después de dos años, se le salieron los intestinos por causa de la enfermedad y murió en medio de terribles dolores. Su pueblo no encendió ninguna hoguera en su honor, como lo había hecho con sus antepasados. 20 Cuando Jorán comenzó a reinar, tenía 32 años y gobernó durante ocho en Jerusalén. Nadie hizo luto por él y fue sepultado en la Ciudad de David, pero no en el panteón de los reyes.

Ocozías, rey de Judá

(2 R 8:25-29)

22 Los habitantes de Jerusalén proclamaron rey en lugar de su papá a Ocozías, el hijo menor de Jorán, pues a los otros hijos los habían matado las bandas de salteadores que junto con los árabes habían invadido el campamento. Por eso Ocozías hijo de Jorán reinó sobre Judá. Ocozías tenía 22 años cuando comenzó a reinar[a] y gobernó un año en Jerusalén. Su mamá se llamaba Atalía, la cual era hija de Omrí, rey de Israel. Ocozías vivió tal como vivieron los descendientes de Acab, porque su mamá le aconsejaba que hiciera lo malo. Hizo lo que el SEÑOR consideraba malo, tal como lo hizo la familia de Acab. En efecto, ellos fueron sus consejeros después de la muerte de su papá y eso le acarreó su destrucción. Como Ocozías seguía los consejos de ellos, hizo alianza con Jorán hijo de Acab para pelear en Ramot de Galaad contra Jazael, rey de Siria. Los sirios hirieron a Jorán y este tuvo que volver para recuperarse en Jezrel por las heridas que había sufrido en la batalla de Ramot contra Jazael, rey de Siria. Entonces Ocozías hijo de Jorán, rey de Judá, fue a visitar a Jorán hijo de Acab en Jezrel porque estaba curándose de las heridas.

Dios había decidido que Ocozías muriera cuando fuera a visitar a Jorán. Se encontró con Jehú hijo de Nimsi, a quien el SEÑOR había elegido para destruir a la familia de Acab. Cuando Jehú estaba haciendo justicia contra la familia de Acab, se encontró con los jefes de Judá y con los parientes de Ocozías que lo servían, y los mató. Jehú mandó a buscar a Ocozías, quien había tratado de esconderse en Samaria, pero fue capturado, llevado ante Jehú y ejecutado. Sin embargo, le dieron sepultura, pues dijeron: «Es hijo de Josafat, quien siguió al SEÑOR de todo corazón». En la familia de Ocozías no hubo nadie lo suficientemente capaz de recuperar el poder en el reino.

La reina Atalía

(2 R 11:1-21)

10 Atalía, la mamá de Ocozías, al ver que su hijo estaba muerto, mató a toda la familia del rey de Judá. 11 Pero Josaba, la hija del rey, tomó a Joás, uno de los hijos del rey Ocozías, y mientras mataban a los otros niños lo escondió a él y a su niñera en su propio dormitorio. De esa forma Josaba escondió a Joás de Atalía y le salvó la vida. Josaba era la esposa del sacerdote Joyadá y hermana de Ocozías. Atalía no pudo matar a Joás porque no lo encontró. 12 Él permaneció escondido con ellos seis años en el templo de Dios. Durante ese tiempo Atalía reinó en Judá.

Juan 14

Jesús consuela a sus seguidores

14 »No se preocupen; confíen en Dios y confíen también en mí. Hay muchos lugares en la casa de mi Padre. Si no fuera así, se lo diría. Voy a prepararles un lugar, y si voy y preparo un lugar para ustedes, regresaré. Los llevaré conmigo para que estén donde estoy yo. Ustedes saben el camino para ir a donde yo voy.

Tomás le dijo:

—Señor, nosotros no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?

Jesús le dijo:

—Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se llega al Padre. Si ustedes me conocieran, también conocerían al Padre. Ya lo conocen y lo han visto.

Felipe le dijo:

—Señor, todo lo que pedimos es que nos muestres al Padre.

Jesús le dijo:

—He estado con ustedes mucho tiempo, ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Por qué pides que les muestre al Padre? 10 ¿Cierto que tú crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Lo que yo les digo no lo digo por mi propia cuenta. El Padre que está en mí hace sus propias obras. 11 Créanme cuando les digo que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí; o por lo menos créanme por las obras mismas. 12 Les digo la verdad: el que cree en mí también va a hacer las obras que yo hago. Y hará obras más grandes porque yo regreso al Padre. 13 Todo lo que ustedes pidan en mi nombre, lo haré. Así la grandeza del Padre se mostrará a través del Hijo. 14 Yo haré lo que pidan en mi nombre.

La promesa del Espíritu Santo

15 »Si me aman, obedecerán mis mandamientos. 16 Le pediré al Padre y les dará otro Consejero[a] para que esté siempre con ustedes: 17 El Consejero es el Espíritu de la verdad.[b] El mundo no lo puede recibir porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes lo conocen porque vive con ustedes y estará en ustedes.

18 »No los dejaré huérfanos; volveré a ustedes. 19 Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes me verán. Ustedes vivirán porque yo vivo. 20 Ese día, ustedes sabrán que yo estoy en el Padre, y que ustedes están en mí y yo en ustedes. 21 El que realmente me ama conoce mis mandamientos y los obedece. Mi Padre amará al que me ame, y yo también lo amaré y me mostraré a él.

22 Judas, no Judas Iscariote, le dijo:

—Señor, ¿por qué te vas a mostrar a nosotros y no al mundo?

23 Jesús le contestó:

—El que me ama, obedecerá mis enseñanzas. Mi Padre lo amará, vendré a él y viviremos con él. 24 El que no me ama, no obedecerá mis enseñanzas. Las enseñanzas que ustedes han escuchado no son mías, son del Padre que me envió.

25 »Les digo esto mientras estoy con ustedes. 26 Pero el Consejero, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará y recordará todo lo que les dije.

27 »Les dejo la paz. Es mi propia paz la que les doy, pero no se la doy como la da el mundo. No se preocupen ni tengan miedo. 28 Me escucharon decir que me voy y que volveré a ustedes. Si de verdad me amaran, se habrían alegrado de que regreso al Padre, pues él es más importante que yo. 29 Así que les digo esto ahora, para que cuando suceda, ustedes crean.

30 »No estaré hablando mucho tiempo con ustedes porque viene el que manda en este mundo. Él no tiene ningún poder sobre mí, 31 pero el mundo debe saber que amo a mi Padre y que hago lo que mi Padre me ordenó hacer.

»¡Levántense, vámonos de aquí!

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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