Old/New Testament
4 Luego me di cuenta de que hay mucha gente oprimida en este mundo. Vi llorar a los oprimidos sin tener quién los consolara. Vi a gente cruel en el poder y no había quien consolara a los que ellos oprimían. 2 Concluí que están mejor los que ya murieron que los que todavía están vivos 3 y que a los que nunca nacieron les fue mejor que a todos ellos porque no tuvieron que ver todo el mal que se hace bajo el sol.
4 Vi que la gente por envidia trata de triunfar y ser mejor que los demás; no les gusta que los demás tengan más que ellos. Eso tampoco tiene sentido, es como tratar de atrapar el viento.
5 Algunos dicen que es tonto cruzarse de brazos y no hacer nada,
que si no trabajas morirás de hambre.
6 Quizás eso sea cierto,
pero creo que es mejor estar satisfecho con lo poco que se tiene
que estar siempre luchando por conseguir más.
7 Comprobé algo más que no tiene sentido: 8 hay gente que no tiene familia, ni un hijo ni un hermano y aun así sigue trabajando muy duro. Nunca está satisfecha con lo que tiene, trabaja duro y no se detiene a preguntarse: «¿Para qué estoy trabajando tan duro? ¿Por qué no disfruto de la vida?» Eso tampoco tiene sentido.
9 Más valen dos que uno, pues trabajando unidos les va mejor a ambos. 10 Si uno cae, el otro lo levanta. En cambio, al que está solo le va muy mal cuando cae porque no hay quien lo ayude. 11 Si dos se acuestan juntos, se darán calor, pero si alguien duerme solo, no habrá quién lo caliente. 12 Uno solo puede ser vencido, pero dos se defienden mejor. Es que la cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente.
13 Es preferible ser joven pobre pero sabio que rey viejo pero necio, porque este último ya no oye consejos. 14 Quizás ese joven haya nacido pobre en ese reino o haya salido de la cárcel para tomar el poder, 15 pero conozco bien a la gente y sé que seguirá a ese joven y él será el nuevo rey. 16 Serán muchos los seguidores de ese joven, aunque después ellos mismos ya no se sentirán bien con él. Eso tampoco tiene sentido, es como tratar de atrapar el viento.
Cuídate de hacer promesas
5 Ten mucho cuidado cuando vayas a adorar a Dios. Es mejor obedecer a Dios que ofrecerle sacrificios como cualquier falto de entendimiento que continuamente hace el mal y no se da ni cuenta. 2 Ten cuidado cuando le hagas promesas a Dios, mide tus palabras. No dejes que tus sentimientos te hagan hablar sin pensar. Dios está en el cielo y tú en la tierra, así que sé breve, porque como dice el dicho:
3 Los malos sueños llegan con muchas preocupaciones,
y los tontos con muchas palabras.
4 Si le haces una promesa a Dios, cúmplela, porque a Dios no le agrada la gente falta de seriedad. Cúmplele a Dios lo que le prometiste. 5 Es mejor no prometer, que prometer y no cumplir. 6 Así que no dejes que tus palabras te hagan pecar. No le digas al sacerdote[a]: «No quería decir lo que dije». Si haces eso, Dios se enojará por tus palabras y destruirá todo lo que has conseguido con tu trabajo. 7 No debes dejar que tus sueños inútiles y tus alardes te causen problemas. Muestra respeto a Dios.
Inutilidad de las riquezas
8 Cuando veas que en una provincia hay opresión contra los pobres, que reina la injusticia y se violan los derechos de los pobres, no te sorprendas porque a un alto funcionario lo protege otro más alto y a ambos los protegen otros superiores. 9 Hasta el rey obtiene su parte de ganancia. La riqueza de un país se la dividen entre ellos.
10 El que ama el dinero nunca se satisface con lo que tiene, siempre quiere más y más. Eso tampoco tiene sentido. 11 Entre más riqueza se tiene, más gastos hay. Lo único que se gana con tener riquezas es contemplarlas. 12 El trabajador llega a casa y duerme en paz, tenga poco o mucho que comer; pero el rico no puede dormir porque su riqueza le trae muchas preocupaciones.
13 Hay algo muy triste que he visto que sucede bajo el sol: hay gente que acumula riquezas en perjuicio propio, 14 pues hace un mal negocio, lo pierde todo y no le queda nada para dejarles a sus hijos.
15 Nada trajimos al nacer y nada nos llevamos al morir. La gente trabaja duro para conseguir cosas, pero cuando muere no puede llevarse nada. 16 Eso es muy triste, uno se va del mundo de la misma forma en que llegó. Entonces, ¿qué saca uno de su intento de atrapar el viento? 17 Sólo consigue días llenos de tristeza y dolor. Al final, queda uno frustrado, enfermo y enojado.
18 He visto que esto es lo mejor que puede hacer uno: comer, beber y disfrutar de su trabajo durante la corta existencia en esta tierra. Dios nos concede una vida breve y eso es todo lo que tenemos. 19 Si Dios le da a uno riqueza, propiedades y el poder disfrutar de ellas, hay que aprovechar, aceptar lo que Dios le da a uno como regalo, el fruto de nuestro trabajo. 20 La vida es corta, hay que tener eso siempre presente, y Dios lo mantendrá a uno ocupado en lo que a uno le gusta hacer.[b]
La riqueza no trae la felicidad
6 Me he dado cuenta de algo más bajo el sol que no está bien: 2 Hay gente a la que Dios le da riquezas, propiedades y honor. Tiene todo lo que necesita y pudiera desear, pero luego Dios no le permite disfrutar de eso; viene otro y se queda con todo. Eso está muy mal y no tiene sentido. 3 Puede que haya quien viva 100 años y tenga 100 hijos, pero si no es feliz y nadie se va a acordar de él cuando muera, yo creo que le fue mucho mejor al que murió al nacer que a ese. 4 En verdad no tiene sentido que un bebé nazca muerto. Lo entierran rápidamente sin darle un nombre. 5 Ese bebé nunca vio el sol ni conoció nada, pero encuentra más descanso que el hombre que nunca disfrutó de lo que Dios le dio. 6 Tal vez ese hombre viva 2000 años, pero si no es feliz, el bebé que nació muerto encontró un camino más fácil para llegar al mismo fin.[c]
7 Uno trabaja y trabaja para poder comer y nunca se sacia. 8 Así que no le veo ninguna ventaja al sabio en relación con el falto de entendimiento. Es mejor ser como el pobre que sabe aceptar la vida tal como es. 9 Es mejor ser feliz con lo que se tiene que querer siempre tener más y más. Ese afán por tener cada vez más no tiene sentido. Es como tratar de atrapar el viento.
10 Lo que existe ya ha recibido su nombre y se sabe que es el ser humano, y él no puede discutir con Dios porque Dios es más poderoso que él. 11 Es seguro que donde abundan las palabras, abundan las tonterías, ¿y qué se gana con eso?
12 ¿Quién sabe qué es lo mejor para una persona durante su corta vida en la tierra? Su vida pasa como una sombra y nadie puede decirle lo que sucederá bajo el sol después.
Una bendición en la vida de Pablo
12 Yo sé que uno no gana nada con enorgullecerse de sí mismo, pero tengo que hablarles de las visiones y revelaciones que he recibido del Señor. 2 Conozco a un seguidor[a] de Cristo que hace 14 años fue llevado al tercer cielo, no sé si fue llevado en cuerpo o en espíritu, sólo Dios lo sabe. 3 Y conozco que ese hombre, no sé si en cuerpo o en espíritu, sólo Dios lo sabe, 4 fue llevado al paraíso y allí escuchó unas palabras tan maravillosas que no se pueden pronunciar y que a ningún hombre se le permiten repetir. 5 Yo podría presumir de ese hombre, pero no de mí mismo, excepto de mis debilidades. 6 Si quisiera presumir no estaría siendo un tonto, estaría diciendo la verdad. Pero no voy a hacerlo porque no quiero que nadie piense que soy más de lo que realmente soy.
7 No quiero que su opinión sobre mí se vea influenciada por las extraordinarias revelaciones que recibí del Señor. Por eso el Señor me dio una dolencia[b]: un mensajero de Satanás, enviado a torturarme para que no me vuelva demasiado orgulloso. 8 Le he rogado ya tres veces al Señor que me quite esa dolencia. 9 Pero el Señor me dijo: «Mi bondad es todo lo que necesitas, porque cuando eres débil, mi poder se hace más fuerte[c] en ti». Por eso me alegra presumir de mi debilidad, así el poder de Cristo vivirá en mí. 10 También me alegro de las debilidades, insultos, penas y persecuciones que sufro por Cristo, porque cuando me siento débil, es cuando en realidad soy fuerte.
Pablo ama a los creyentes de Corinto
11 He estado hablando como un tonto, pero ustedes me han obligado a hacerlo. Ustedes son los que deberían hablar bien de mí. Aunque yo no sea nada, tampoco soy en nada inferior a esos superapóstoles. 12 Con las señales, milagros y maravillas que he hecho, les he demostrado pacientemente a ustedes que soy un apóstol. 13 ¿En qué los he tratado a ustedes menos que a las otras iglesias, excepto en que no he sido una carga para ustedes? Discúlpenme si los ofendo.
14 Ahora estoy listo para visitarlos por tercera vez, pero no seré una carga para ustedes. No busco lo que ustedes tienen, sino a ustedes mismos, porque no son los hijos los que tienen que ahorrar para sus padres, sino los padres para sus hijos. 15 Me siento feliz de gastar todo lo que tengo, incluso a mí mismo, para ayudarlos. ¿Será que entre más los quiero, menos me quieren ustedes? 16 Es muy claro que no he sido una carga para ustedes. Sin embargo, creen que yo fui astuto y me aproveché de ustedes engañándolos. 17 ¿Acaso me aproveché de ustedes por medio de alguno de los que les envié? Ustedes bien saben que no es así. 18 Le pedí a Tito que los visitara, y junto con él envié al hermano que ustedes conocen. ¿Acaso Tito los engañó? Ustedes saben que él y yo seguimos el mismo camino y tenemos el mismo propósito.
19 ¿Creen que todo este tiempo nos hemos estado defendiendo? No es así. Estamos hablando ante Dios como seguidores de Cristo. Ustedes son nuestros hermanos y todo lo que hacemos es para ayudarlos. 20 Me temo que ya no sean los mismos que yo quiero que sean, y que tampoco sea yo el que ustedes quieren que sea. Temo que entre ustedes haya disputas, envidia, egoísmo, calumnias, intrigas, orgullo y desorden. 21 Temo que cuando vaya a verlos de nuevo, Dios me humille delante de ustedes y tenga que lamentarme por los que han pecado y no han cambiado su vida, ni han dejado la impureza, la inmoralidad sexual y todo lo vergonzoso que han hecho.
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