Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
Oseas 1-4

Oseas, su esposa infiel y sus hijos

La palabra del Señor vino a Oseas hijo de Berí en los días de Uzías,(A) Yotán,(B) Ajaz(C) y Ezequías,(D) que fueron reyes de Judá, y también en los días de Jeroboán(E) hijo de Joás, rey de Israel.

La palabra del Señor vino a Oseas por primera vez, y le dijo:

«Ve y toma por mujer a una prostituta, y ten con ella hijos de una prostituta, porque la tierra se ha prostituido. Se ha apartado del Señor.»

Oseas fue y tomó por mujer a Gomer hija de Diblayin, la cual concibió y le dio a luz un hijo. Entonces el Señor le dijo:

«Ponle por nombre Jezrel, porque dentro de poco tiempo voy a castigar a la casa de Jehú, por causa de los asesinatos cometidos en Jezrel.(F) Voy a ponerle fin al reinado de la casa de Israel. Cuando llegue el día, haré pedazos el arco de Israel en el valle de Jezrel.»

Gomer volvió a concebir, y dio a luz una hija. Entonces Dios le dijo a Oseas:

«Ponle por nombre Lorrujama,[a] porque no volveré a compadecerme de la casa de Israel, sino que los eliminaré por completo. Sin embargo, tendré misericordia de la casa de Judá, y los salvaré; pero no lo haré por medio de arcos ni espadas, ni por medio de combates con caballos y jinetes, sino por medio del Señor su Dios.»

Después de que Gomer destetó a Lorrujama, ésta concibió y dio a luz un hijo. Entonces Dios dijo:

«Ponle por nombre Loamí,[b] porque ustedes no son mi pueblo, ni yo soy el Dios de ustedes. 10 Con todo, los hijos de Israel serán tan numerosos como la arena del mar, que no es posible medirla ni contarla. Y allí donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”, se les dirá: “Ustedes son hijos del Dios de la vida”.(G) 11 Y se reunirán los hijos de Judá y los hijos de Israel, y nombrarán un solo jefe, y volverán a levantarse en la tierra; porque el día de Jezrel será grande.

El amor del Señor por un pueblo infiel

»Pueden llamar a sus hermanos: Ammi;[c] y a sus hermanas: Ruhama.[d] Pero repróchenle a su madre el hecho de no ser ella mi mujer, ni yo su marido. Díganle que deje de serme infiel, que no cometa más adulterio. De lo contrario, le arrancaré la ropa y la dejaré desnuda, como estaba el día en que nació. La dejaré desolada como un desierto, como tierra seca, y la mataré de sed. No tendré compasión alguna de sus hijos, porque son hijos de una prostituta. Es un hecho que su madre se prostituyó; la que los dio a luz perdió la honra cuando dijo: “Voy a seguir a mis amantes, porque ellos me dan pan y agua, lana y lino, aceite y vino.” Por eso voy a plagar su camino con espinos; voy a cerrarle el paso, para que no encuentre el camino. Podrá seguir a sus amantes, pero no logrará alcanzarlos; irá en su busca, pero no los hallará. Y entonces dirá: “Voy a volver con mi primer marido, porque con él me iba mejor que ahora.”

»Y es que ella no ha reconocido que soy yo quien le ha dado el trigo, el vino y el aceite; que soy yo quien le ha multiplicado la plata y el oro que le ofrece a Baal. Por eso en su momento haré que me devuelva mi trigo y mi vino; le quitaré mi lana y mi lino, que le había dado para que cubriera su desnudez, 10 y a la vista de sus amantes pondré al descubierto sus partes pudendas. ¡Nadie la librará de mi mano! 11 Pondré fin a todo su alborozo y a sus fiestas, a sus lunas nuevas y a sus días de reposo, y a todas sus festividades. 12 Arrasaré sus viñas y sus higueras, que ella consideraba la paga que le dieron sus amantes, y las reduciré a un matorral, y se las comerán las bestias del campo. 13 La castigaré por los días en que ofreció incienso a los baales, cuando se adornaba con zarcillos y joyas, y se iba en pos de sus amantes, y se olvidaba de mí.

—Palabra del Señor.

14 »Sin embargo, volveré a cortejarla. La llevaré al desierto, y allí me ganaré su corazón. 15 Allí le devolveré sus viñas, y haré del valle de Acor(H) una puerta de esperanza; allí volverá a cantar, como cuando era joven; como cuando salió de la tierra de Egipto.

16 »Cuando llegue el momento, tú me llamarás Ishí,[e] y nunca más volverás a llamarme Baalí.[f]

—Palabra del Señor.

17 »Yo te quitaré de la boca los nombres de los baales, y nunca más volverás a mencionar sus nombres. 18 Cuando llegue ese día, haré por ti un pacto con las bestias del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra. Pondré fin al arco, la espada y la guerra, y te haré dormir tranquila. 19 Para siempre te tomaré por esposa, y serás mi esposa ante Dios y ante los hombres,[g] con toda misericordia y compasión. 20 Yo te tomaré por esposa, con votos de fidelidad, y tú conocerás a tu Señor.

21 »Cuando llegue ese momento, yo les responderé a los cielos, y los cielos le responderán a la tierra.

—Palabra del Señor.

22 »La tierra les responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos le responderán a Jezrel.[h] 23 Yo la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lorrujama, y a Loamí le diré: “Tú eres mi pueblo”,(I) y él me dirá: “Tú eres mi Dios”.»

Oseas y la adúltera

Todavía el Señor volvió a decirme:

«Ve y ama a esa adúltera, a quien ama su amigo como ama el Señor a los hijos de Israel, aun cuando éstos sólo tienen ojos para los dioses ajenos y aman las tortas de pasas.»

Yo la compré para mí, y di por ella quince monedas de plata y doscientos litros de cebada. Y le dije: «Tú serás mía durante mucho tiempo. No te prostituirás, ni tendrás a ningún otro hombre. Tampoco yo tendré otra mujer.» Porque durante mucho tiempo los hijos de Israel estarán sin rey ni príncipe, ni sacrificios, ni estatuas, ni efod ni terafines. Después de eso los hijos de Israel volverán a buscar al Señor su Dios y a David su rey, y en los últimos días temerán al Señor y su bondad.

Controversia del Señor con Israel

Hijos de Israel, ¡oigan la palabra del Señor! El Señor ha entablado un pleito contra los habitantes de la tierra, porque ya no hay en la tierra verdad ni misericordia, ni conocimiento de Dios; en cambio, abundan el perjurio, la mentira, las muertes, los robos, los adulterios, y homicidio tras homicidio. Por eso la tierra está de luto, y desfallecen todos sus habitantes. Por eso mueren las bestias del campo, las aves del cielo, y aun los peces del mar.

«¡Que nadie entable pleito con nadie, ni reprenda a nadie! ¡Tu pueblo parece estar en pleito con los sacerdotes! Por eso caerás durante el día, y contigo caerá también el profeta durante la noche, y a tu madre la destruiré. Mi pueblo ha sido destruido porque le faltó conocimiento. Puesto que tú desechaste el conocimiento, yo te desecharé del sacerdocio; puesto que te olvidaste de la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.

»Mientras más numerosos se hicieron, más pecaron contra mí. Por eso yo cambié su honra en afrenta. Se alimentan con el pecado de mi pueblo; sacian su apetito con su maldad. ¡De tal pueblo, tal sacerdote! Pero yo los castigaré por su conducta; ¡les daré lo que merecen sus acciones! 10 Comerán, pero no se saciarán; se prostituirán, pero no tendrán hijos, porque dejaron de servir al Señor.

11 »La prostitución, el vino y el mosto hacen que se pierda el juicio. 12 Mi pueblo le pregunta a su ídolo de palo, y ese palo le responde. Su espíritu de prostitución los hizo errar; abandonaron a su Dios para prostituirse. 13 Sobre las cimas de los montes ofrecieron sacrificios; sobre las colinas, y debajo de las encinas y álamos y olmos que tenían buena sombra quemaron incienso; por eso se prostituyeron sus hijas y sus nueras cometieron adulterio. 14 Pero no castigaré a sus hijas cuando se prostituyan, ni a sus nueras cuando cometan adulterio, porque ellos mismos se van con rameras, y ofrecen sacrificios con mujeres de mala fama. Por eso tropieza el pueblo falto de entendimiento.

15 »Pero si tú, Israel, te prostituyes, que por lo menos Judá no peque. Y no entren en Gilgal, ni vayan a Bet Avén, ni juren: “¡Vive el Señor!” 16 Porque Israel se apartó del camino, como novilla indómita. ¿Y ahora quieren que el Señor los cuide en amplios pastos, como si fueran corderos?

17 »Efraín se inclina por los ídolos; ¡déjenlo! 18 Se corrompe con su bebida; se prostituye sin descanso; sus príncipes aman lo que es vergonzoso. 19 El viento los atrapó en sus alas, y por sus sacrificios serán avergonzados.

Apocalipsis 1

La revelación de Jesucristo

Esta revelación Dios se la dio a Jesucristo para que mostrara a sus siervos lo que pronto tiene que suceder. Jesucristo envió a su ángel y se la dio a conocer a su siervo Juan, y éste da fe de todo lo que ha visto, y de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo. Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y observan lo que en ella está escrito, porque el tiempo está cerca.

Saludos a las siete iglesias

Yo, Juan, me dirijo a las siete iglesias que están en Asia. Que la gracia y la paz estén con ustedes, de parte del que es, el que era, y el que ha de venir,(A) y de los siete espíritus que están ante su trono,(B) y de Jesucristo, el testigo fiel, primogénito de entre los muertos y soberano de los reyes de la tierra.(C) Él nos amó; con su sangre nos lavó de nuestros pecados, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre.(D) Por eso, a él sea dada la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. ¡Miren! ¡Ya viene en las nubes!(E) Y todos lo verán, aun los que lo traspasaron;(F) y todas las naciones de la tierra harán lamentación por él.(G) Sí, amén.

Dios el Señor dice: «Yo soy el Alfa y la Omega,(H) [el principio y el fin,][a] el que es, el que era, y el que ha de venir.(I) Soy el Todopoderoso.»

Una visión del Hijo del Hombre

Yo, Juan, soy hermano de ustedes y participo con ustedes en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo. Por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo estaba yo en la isla de Patmos. 10 En el día del Señor quedé bajo el poder del Espíritu, y detrás de mí oí una fuerte voz, parecida al sonido de una trompeta, 11 que decía: «Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a estas siete iglesias: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.»

12 Yo volví la mirada para ver de quién era la voz que hablaba conmigo, y al volverme vi siete candeleros de oro; 13 en medio de los siete candeleros vi a alguien, semejante al Hijo del Hombre,(J) que vestía un ropaje que le llegaba hasta los pies, y que llevaba un cinto de oro a la altura del pecho.(K) 14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como lana. Parecían de nieve.(L) Sus ojos chispeaban como una llama de fuego. 15 Sus pies eran semejantes al bronce pulido,(M) y brillaban como en un horno; su voz resonaba como el estruendo de un poderoso caudal de agua;(N) 16 en su mano derecha llevaba siete estrellas, y de su boca salía una aguda espada de doble filo; su rostro era radiante, como el sol en todo su esplendor.

17 Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. Pero él puso su mano derecha sobre mí, y me dijo: «No temas. Yo soy el primero y el último,(O) 18 y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre. Amén. Yo tengo las llaves de la muerte y del infierno. 19 Escribe esto que has visto, y lo que ahora sucede, y lo que va a suceder después de esto. 20 Éste es el significado de las siete estrellas que has visto en mi mano derecha, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

Copyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas