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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
2 Crónicas 25-27

Amasías, rey de Judá

(2 R 14:1-22)

25 Amasías tenía 25 años cuando comenzó a reinar, y gobernó 29 años en Jerusalén. La mamá de Amasías era Joadán de Jerusalén. Amasías hizo lo que le agradaba al SEÑOR, aunque no de todo corazón. Cuando Amasías afirmó el control de su reino, mató a los oficiales que mataron a su papá. (A)Pero no destruyó a los hijos de los que asesinaron a su papá, siguiendo así la enseñanza del libro de la ley de Moisés. El SEÑOR dio el mandato en la ley de Moisés: «Los padres no deben ser ejecutados por algo que hicieron sus hijos, y los hijos no deben ser ejecutados por algo que hicieron sus padres. Cada uno debe ser ejecutado sólo por su propio pecado».[a]

Amasías reunió a los de Judá y los reorganizó según sus familias con jefes de 1000 y de 100 soldados. Luego hizo un censo de todos los hombres mayores de 20 años que dio como resultado que Judá y Benjamín tenían 300 000 hombres aptos para la guerra, capaces de manejar lanza y escudo. Amasías contrató también a 100 000 soldados valientes de Israel por 3300 kilos[b] de plata. Pero un hombre de Dios fue y le dijo:

—Su Majestad, no deje que el ejército de Israel vaya con usted porque el SEÑOR no está con Israel, ni con esa gente de Efraín. Ahora bien, si decide ir así, hágalo, esfuércese para la pelea, pero Dios le hará caer en frente de sus enemigos, porque Dios es quien ayuda o hace caer en la batalla.

Entonces Amasías le preguntó al hombre de Dios:

—Pero entonces, ¿cómo recupero los 3300 kilos de plata que le pagué al ejército de Israel?

Y el hombre de Dios le respondió:

—El SEÑOR tiene y le puede dar mucho más.

10 Amasías entonces separó sus tropas de las de Efraín e hizo regresar a estas últimas a sus casas. Los de Efraín se enfurecieron muchísimo con Judá y volvieron muy enojados a sus casas.

11 Amasías se armó de valor y llevó a su ejército hasta el valle de Sal en Edom y mató a 10 000 hombres de Seír[c]. 12 Los de Judá también capturaron a otros 10 000 hombres y los llevaron a la cima de un monte rocoso desde donde los tiraron por el precipicio. Todos murieron destrozados contra las rocas.

13 Mientras tanto, las tropas de los israelitas que Amasías había hecho regresar a sus casas y no había llevado con él a la guerra, comenzaron a saquear las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Bet Jorón, mataron a 3000 personas y se llevaron mucho botín.

14 Después de que Amasías volvió de derrotar a los edomitas, se trajo los dioses de ellos y los adoptó como sus dioses, los adoró y les quemó incienso. 15 El SEÑOR se enojó muchísimo con él y le mandó un profeta que le dijo:

—¿Por qué sigues a los dioses de una nación a la que ellos mismos no pudieron librar de tus manos?

16 Pero el rey lo interrumpió y le dijo:

—¿Quién te nombró consejero real? Deja de fastidiar si no quieres que te maten.

El profeta dejó de insistir, pero dijo:

—Yo sé que Dios ha decidido destruirte porque has hecho eso y no seguiste mi consejo.

17 Entonces Amasías, rey de Judá, pidió consejo y mandó mensajeros a Joás, rey de Israel, que era hijo de Joacaz y nieto de Jehú. En el mensaje lo retaba a enfrentarse con él. 18 Joás, rey de Israel, le mandó esta respuesta a Amasías, rey de Judá: «En el Líbano el cardo le mandó este mensaje al cedro: “Entrega a tu hija para que se case con mi hijo”, pero pasó un animal salvaje y aplastó al cardo. 19 Tú estás muy orgulloso de haber derrotado a los edomitas, pero mejor quédate en casa y no te metas en problemas. ¿Para qué buscarse problemas y caer no sólo tú sino Judá contigo?»

20 Amasías no le hizo caso, porque Dios lo había decidido así, ya que su propósito era entregarlo a Israel por haber seguido a los dioses de Edom. 21 Entonces Joás, rey de Israel, fue a Bet Semes para enfrentarse militarmente con Amasías, rey de Judá. 22 Israel derrotó a Judá y los hombres de Judá huyeron a sus casas. 23 En Bet Semes, Joás, rey de Israel, apresó a Amasías, rey de Judá, hijo de Joás y nieto de Ocozías. Joás capturó a Amasías y a Jerusalén. Hizo abrir una brecha de 180 metros[d] en el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la Esquina. 24 Entonces Joás se llevó todo el oro, la plata y los objetos del templo de Dios que estaban al cuidado de Obed Edom. Se llevó también los tesoros que estaban en la casa del rey e hizo prisioneros y se los llevó a Samaria.

25 Amasías hijo de Joás, rey de Judá, vivió 15 años después de la muerte de Joás rey de Israel, hijo de Joacaz. 26 El resto de los hechos de Amasías, de principio a fin, está escrito en El libro los reyes de Judá y de Israel. 27 Desde el momento en que Amasías dejó de seguir al SEÑOR, se organizó un complot contra él en Jerusalén pero aunque escapó a Laquis, fueron hasta allá y lo mataron. 28 Llevaron el cuerpo en caballos y lo sepultaron junto a sus antepasados en la Ciudad de David.

Uzías, rey de Judá

(2 R 14:21-22; 15:1-7)

26 Todo el pueblo de Judá tomó a Uzías, quien tenía 16 años de edad, y lo hicieron rey en lugar de su papá Amasías. Después de que Amasías murió y fue sepultado con sus antepasados, Uzías reconstruyó Elat y la recuperó para Judá.

Uzías tenía 16 años cuando comenzó a reinar, y gobernó por 52 años en Jerusalén. El nombre de su mamá era Jecolías, de Jerusalén. Uzías hizo lo que agradaba al SEÑOR, tal como hizo su papá Amasías. Mientras vivió Zacarías, un hombre entendido que le enseñó a seguir y respetar a Dios, Uzías siguió a Dios. Mientras siguió al SEÑOR, Dios hizo que le fuera bien.

Uzías atacó a los filisteos y derribó las murallas de Gat, Jabnia y Asdod. También construyó ciudades en la región de Asdod en territorio filisteo. Dios lo ayudó en su lucha contra los filisteos, contra los árabes que viven en Gur Baal y contra los meunitas. Los amonitas le pagaban tributo, y Uzías se hizo tan poderoso que su fama llegó hasta la frontera de Egipto.

Uzías también construyó torres en Jerusalén en la puerta de la Esquina, la puerta del Valle y en el ángulo de la muralla, y las fortificó. 10 Construyó también torres en el desierto y abrió muchos pozos porque tenía mucho ganado en la llanura y en la meseta. Tenía también hombres trabajando en campos y viñedos que poseía en la región montañosa y en los valles, pues era aficionado a la agricultura.

11 Uzías tenía un ejército entrenado para la guerra, que salía a la batalla organizado en divisiones militares, de acuerdo con la lista hecha por el cronista Jeyel y el oficial Maseías, bajo el mando de Jananías, uno de los generales del rey. 12 El total de los jefes de familia era 2600. 13 Bajo su mando tenían un ejército de 307 500 soldados que ayudaban al rey en su lucha contra el enemigo. 14 Uzías equipó su ejército con escudos, lanzas, cascos, corazas, arcos y hondas. 15 También le dio al ejército máquinas de guerra inventadas por hombres inteligentes. Las instaló en las torres y en las esquinas de la muralla. Esas máquinas de guerra lanzaban flechas y grandes piedras. La fama de Uzías llegó hasta el exterior, pues Dios le ayudó tanto que llegó a ser muy poderoso.

16 Pero cuando se fortaleció, se volvió tan arrogante que hizo algo que mostró su infidelidad al SEÑOR: entró al templo del SEÑOR y quemó incienso en el altar de incienso. 17 El sacerdote Azarías entró detrás de él junto con 80 valientes sacerdotes del SEÑOR. 18 Ellos se enfrentaron al rey Uzías y le dijeron: «No es correcto que Su Majestad ofrezca incienso al SEÑOR. Esa función corresponde a los sacerdotes descendientes de Aarón. Ellos son los que están consagrados para hacerlo. Salga ahora mismo del santuario porque está cometiendo una infidelidad al Señor, y no va a recibir honra del SEÑOR Dios por hacer esto».

19 Uzías, con el incensario en la mano, listo para ofrecer incienso, se puso furioso con los sacerdotes. En ese preciso instante, delante de los sacerdotes en el templo del SEÑOR y estando junto al altar de incienso, le brotó lepra en la frente. 20 Al ver esto el sacerdote Azarías y los otros sacerdotes, lo miraron, se dieron cuenta que le había salido lepra en la frente y lo sacaron apresuradamente. Incluso él mismo quería salir rápidamente, pues el SEÑOR lo había castigado. 21 Uzías quedó leproso hasta el día de su muerte y tuvo que vivir aislado en una casa. Se le prohibió entrar al templo del SEÑOR. Su hijo Jotán se hizo cargo del palacio real y asumió el gobierno del país.

22 El resto de los hechos de Uzías, de principio a fin, los escribió el profeta Isaías hijo de Amoz. 23 Uzías murió y fue sepultado junto a sus antepasados en un campo cercano al panteón real porque tuvieron en cuenta que era leproso. Entonces su hijo Jotán reinó en su lugar.

Jotán, rey de Judá

(2 R 15:32-38)

27 Jotán tenía 25 años cuando comenzó a reinar, y gobernó durante 16 años en Jerusalén. El nombre de su mamá era Jerusa hija de Sadoc. Jotán hizo lo que le agradaba al SEÑOR, tal como hizo su papá Uzías, con la excepción de que no entró al templo del SEÑOR. Sin embargo, el pueblo continuó con sus prácticas perversas. Jotán construyó la puerta superior del templo del SEÑOR. También hizo muchas obras en la muralla de Ofel. Construyó ciudades en la región montañosa de Judá y fortalezas y torres en los bosques. Jotán estuvo en guerra contra el rey de los amonitas y lo derrotó. Durante tres años le pagaron un tributo de 3300 kilos[e] de plata, 1000 toneladas[f] de trigo y 1000 toneladas de cebada.

Jotán se hizo poderoso porque tomó la firme decisión de seguir al SEÑOR su Dios. El resto de los hechos de Jotán, todas sus guerras y su manera de vivir, está escrito en El libro de los reyes de Israel y de Judá. Tenía 25 años cuando comenzó a reinar, y gobernó durante 16 años en Jerusalén. Jotán murió, lo sepultaron en la Ciudad de David, y su hijo Acaz reinó en su lugar.

Juan 16

16 »Les dije esto para que nadie haga tambalear su fe. Ellos los expulsarán de la sinagoga, de hecho, va a llegar el día en que todo el que mate a uno de ustedes pensará que está sirviendo a Dios. Harán esto porque no me conocen a mí ni a mi Padre. Pero les digo esto para que cuando llegue ese momento, recuerden que yo se lo había dicho a ustedes.

La obra del Espíritu Santo

»No les dije esto al principio porque estaba con ustedes. Pero ahora voy a estar con el que me envió. Ninguno de ustedes me pregunta: “¿A dónde vas?”, sino que se han puesto muy tristes por lo que les acabo de decir. Pero les digo la verdad: es mejor que me vaya porque si no, el Consejero no vendrá a ustedes. En cambio, si me voy, se lo voy a enviar. Cuando él venga, demostrará a los del mundo que están equivocados en cuanto a quién es el pecador, en cuanto a quién recibe la aprobación de Dios y en cuanto al juicio. Demostrará que los que no creen en mí son los pecadores. 10 Demostrará que yo recibo la aprobación de Dios, porque yo voy al Padre, y entonces ustedes ya no me verán; 11 en cuanto a quién será juzgado, porque el que manda en este mundo ya ha sido condenado.

12 »Yo todavía tengo mucho que decirles, pero ahora sería demasiado para ustedes. 13 Cuando venga el Espíritu de la verdad, los guiará a toda la verdad. El Espíritu no hablará por su propia cuenta, sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará lo que va a suceder después. 14 Él recibirá de mí lo que les diga, y así me honrará. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío. Por esta razón él recibirá de mí todo lo que les diga.

16 »Dentro de poco, ustedes no me verán más, pero poco tiempo después me volverán a ver.

La tristeza se volverá alegría

17 Entonces algunos de sus seguidores dijeron entre sí:

—¿Qué es esto que nos está diciendo? Nos dice que “dentro de poco no me verán más, pero poco tiempo después me volverán a ver” y “porque yo voy para estar con el Padre”.

18 Después ellos decían:

—¿Cuál es ese “poco tiempo” del que habla? No sabemos de qué está hablando.

19 Jesús sabía que ellos querían hacerle preguntas y les dijo:

—¿Ustedes están discutiendo porque dije: “Dentro de poco no me verán más, pero poco tiempo después me volverán a ver”? 20 Les digo la verdad: ustedes llorarán y se lamentarán, pero el mundo estará contento. Se pondrán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría. 21 Una mujer que está dando a luz sufre dolor porque su momento ha llegado, pero después se olvida del dolor por la alegría de que un nuevo ser ha llegado al mundo. 22 Pasa lo mismo con ustedes. Ahora están tristes, pero los volveré a ver y se pondrán felices. Nadie podrá quitarles esa felicidad. 23 En ese día ustedes no me harán más preguntas. Les digo la verdad: mi Padre les dará cualquier cosa que le pidan en mi nombre. 24 Hasta ahora ustedes no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán para que así estén llenos de alegría.

Victoria sobre el mundo

25 »Les he hablado esto usando palabras que esconden el significado, pero llegará el momento en que ya no les hablaré así. Les hablaré claramente sobre el Padre. 26 Ese día ustedes le pedirán al Padre en mi nombre. No les estoy diciendo que yo tenga que pedirle al Padre por ustedes, 27 porque el Padre mismo los ama. Él los ama porque ustedes me han amado y han creído que yo vengo de Dios. 28 Yo vine del Padre para estar en el mundo, y ahora me voy del mundo para estar con el Padre.

29 Sus seguidores le dijeron:

—Mira, ahora estás hablando claramente. No estás usando palabras difíciles de entender. 30 Ahora ya sabemos que conoces todo y que puedes contestar las preguntas de alguien antes de escucharlas. Por eso creemos que viniste de Dios.

31 Jesús les dijo:

—¿Ahora sí creen? 32 Escúchenme, va a llegar el momento en que ustedes serán dispersados. Cada uno va a regresar a su casa y me dejarán solo. Ese momento ha llegado; sin embargo, no estoy solo porque mi Padre está conmigo. 33 Yo les dije esto para que encuentren paz en mí. En el mundo ustedes tendrán que sufrir, pero, ¡sean valientes! Yo he vencido al mundo.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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